23 F - Treinta años

Como pasa el tiempo, como he dicho en muchas ocasiones, suelo desayunar viendo las noticias en televisión y hoy el tema del día es el 23F, treinta años, casi nada, a mi personalmente me pilló haciendo la mili y además de guardia, unas guardias un tanto informales que aprovechábamos más que nada para comer bien y cual fue nuestra sorpresa cuando nos dijeron que cogiésemos todo el armamento, toda la munición y nos colocáramos estratégicamente  y con orden de que si se acercase alguien disparásemos, estamos hablando de una simple instalación de almacenaje de alimentos y donde se hacia el pan de los distintos cuarteles de Cartagena. Viendo la noticias uno no deja de pensar sobre todo la transcendencia que pudo haber tenido este día y las consecuencias que pudo tener, a mi entender no fue nada más que el ramalazo de unos señores acostumbrados a dar ordenes y conseguir siempre sus propósitos, cuando esto no se cumple ven peligrar su privilegios y con esa forma de pensar lo normal es el puñetazo en la mesa. A mi entender tuvimos la suerte que no tuviese mayor transcendencia, eso si, nos tendría que servir de experiencia, ya que, sin armas, pero hoy en día se están dando demasiados golpes en la mesa, siempre he sido de la opinión que los extremos nunca son buenos, que se puede pensar de una manera o se puede pensar de otra, pero tenemos una democracia y tenemos la gran suerte de que nuestro voto cuente, no obviemos lo que están pasando los países árabes, da la sensación como si pasara en otro mundo, y no, lo tenemos al pasar el charco. Es por esto por lo que tendríamos que recapacitar y no despreciar lo que tenemos, me puede cuando alguien me viene y me plantea que la culpa de todo la tiene Zapatero, que si los de izquierdas, otros que los de derechas, que si Rajoi, que si son de una manera y que si son de otra....si pudiésemos dar un voto de confianza a las personas, no a las ideologías, y después no olvidemos nunca que la última palabra la tenemos nosotros y con nuestro voto podremos decidir, pero no caigamos en la descalificación,  en la crispación y por supuesto para conseguir nuestros propósitos menospreciemos a los demás y sus ideas, si hacemos esto y no somos capaces de razonar el  23F se estará repitiendo continuamente y pasaremos de ser un país civilizado a ser un país tercermundista.